INTRODUCCIÓN



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Un poco de historia de Cullhuay

La provincia de CANTA se encuentra ubicada al Noreste de la ciudad de Lima, se extiende desde las alturas de la Cordillera de La Viuda hasta los límites de la provincia de Lima con una extensión de 1.687.29 kilómetros cuadrados. Su población aproximada es de 12.000 habitantes. Está dividida en 7 distritos: Santa Rosa de Quives, Canta, Arahuay, Huamantanga, Huaros, Lachaqui y San Buenaventura. La capital de la Provincia es el pueblo de Canta. Los componentes de la Asociación cultural y deportiva de Caminos de Herradura esta trabajando en el desarrollo de varios proyectos, donde contamos con la colaboración de la Geògrafa Bertha Balbìn, Catedràtica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Miembro Nacional Principal de la Comisiòn de Geografìa, (IPGH) y además con las Comunidades Campesinas de Cullhuay, Yantac, Huaros, organizaciòn social y econòmica ancestral, que estàn comprometidos con el Proyecto: ORDENAMIENTO Y ACONDICIONAMIENTO TURISTICO DE LAS CUENCAS DE LOS RIOS CHILLON Y HUARAL iniciado en el 2007. Esperamos en este 2009 que los esfuerzos conjuntos beneficien aún más si cabe a todas las poblaciones implicadas.

El pueblo de Canta se afirma sobre una pequeña colina desde donde se tiene una excelente vista del río Chillón y los cerros al otro lado de la margen del río. Canta se encuentra a 2837 msnm. Desde aquí se inicia el viaje a la ciudadela de Cantamarca, por un camino de herradura que asciende entre campos de cultivo, pastizales y casas, donde se llega luego de 3 horas de caminata.
Reseña Historica
La colonización del valle se dío durante el gobierno del Virrey don Francisco de Toledo siendo el encomendero Nicolás de Rivera "El Mozo" el que siguiendo la estrategia de colonización y evangelización reagruparon a todos los nativos del lugar en una nueva "parcialidad" la cual fue llamada "Villa de la Purísima Concepción de Canta". Hasta aquel tiempo el pueblo original fue conocido como Kanta-Marka ("cazadores de Vicuña") por los indios Kauri, habitantes nativos de la region.
En los alrededores de Canta existen diversos pueblos como Pariamarca, Lachaqui, San Miguel y Obrajillo el cual es el mas atractivo debido a que se localiza a lo largo del rio.
Las ruinas de Kanta-Marka o Cantamarca están a 7 km de Canta. Los visitantes pueden ir mediante caminata a través de atractivos campos de eucalipto, saucos y retamas, también existe el acceso por auto. Cuando se llega a la base de la montaña se puede apreciar una diversidad de flores exóticas , cactus, molles y muchas especies botánicas. Algunos animales de la región como vizcachas, zorros, y cóndores pueden ser vistos algunas veces.
La construcción del pueblo original estuvo rodeado por una gran muralla de piedra. Algunas edificaciones en forma de torreones circulares son similares a construcciones del imperio Tiahuanaco conocidas como "chullpas" que pueden encontrarse en la Meseta del Collao alrededor del Lago Titicaca en el Sur del Perú.
En general todas las construcciones son hechas de piedra, tienen una forma cilíndrica que se adapta perfectamente a la topografía de la montaña. Los techos y cornizas de piedra con arcos son soportadas por columnas troncocónicas invertidas.
Los españooles llegaron a este valle en 1535, unos años después todos los indios fueron forzados a dejar sus comunidades originales (denominadas Ayllus) incluyendo Cantamarca y se trasladaron a la nueva capital Canta. Esto ocurrió el 8 de diciembre de 1544 y la principal razón para esto fue el de extirpar las idolatrías y costumbres locales iniciando con esto la evangelización forzada, para esto los españoles construyeron en la cima de cantamarca una hermosa capilla con una imagen en el interior donada por el primer Gobernante español del Perú don Francisco Pizarro.
Lugares de Interés en la Provincia de Canta
La provincia de Canta tiene un pasado que se remonta a los años 500 d.c. prueba de ello es el impresionante conjunto de 450 figuras grabadas en piedra con motivos animales, vegetales, antropomorfos, abstractos y geométricos, estos son llamados los Petroglifos de Checta y se les puede ubicar a la altura del km 60 de la carretera a Canta.
Siguiendo por la carretera se encontrará con un pintoresco pueblo que atesora la ermita de piedra donde vivió Santa Rosa de Lima. Los alrededores de Santa Rosa de Quives son propicios para caminatas y paseos a caballo. También puede visitar el Complejo arqueológico de Cantamarca a sólo 10 km al noroeste de la ciudad de Canta (1:40 horas a pie).
La ciudadela preínca de piedra y barro, ubicada sobre la cresta escarpada de uno de los cerros tutelares de la ciudad a 3500 msnm, fue habitada por la etnia local de los Atavillos (1100 d.C.) hasta que fueron sometidos por los Incas (1450). Sus estructuras, habitaciones circulares, murallas y acueductos mantienen un buen estado de conservación. En los alrededores de Canta las cataratas (Huamanmarca y la de la minicentral hidroeléctrica) y la piscigranja de truchas son de visita obligada. A sólo 5 km al norte de Canta se ubica Obrajillo un poblado cuyas plaza central e iglesia conservan sus aires coloniales y, en la campiña hay excelentes lugares para acampar cerca del río Chillón. Aqui en Obrajillo se puede disfrutar de un paseo a caballo a lo largo del rio chillon.
En HUAROS se pueden visitar los restos arqueológicos de Huischo , el rodal de puyas Raimondi de Jaramajón (5 km de Canta, caminata de 3 horas),
En San Buenaventura los restos arqueológicos de Tauriúnko, Cushpa y Pumakoto.
En Arahuay los restos arqueológicos de Tunshuwillca y Sinchipampa.
También se puede hacer la ruta hacia el ABRA DE LA VIUDA a 3 horas de Canta generalmente los tours salen a las 8.30am o 9am los fines de semana es algo que uno tampoco se puede perder, pero eso si tienen que estar seguros que no les afectará la altura que llega hasta los 4,800msnm en el abra pero el camino es impresionante por que uno sigue la rivera del rio se ven saltos de agua, pastizales, ganado, pueblos hermosos como Cullhuay, cataratas, y espectaculares lagunas como la de Chuchún que desde determinado ángulo se asemeja al mapa del Perú, al pie del abra también podrán encontrar la Laguna de 7 colores. Aprox. el tour dura 6 horas ida y vuelta y el costo mas o menos es de 20 soles con su mas y su menos según la temporada.
El gobierno peruano ha construido hasta 4 miradores del valle que permiten contemplar lo paradisíaco del lugar, estas construcciones en piedra son los de: San Buenaventura en San Miguel, Santa Rosa de Quives, El Niño Chaperito y San José
RECOMENDACIONES:
CANTA como todo pueblito que ya esta en la sierra sus temporadas de lluvias e invierno son de DICIEMBRE A ABRIL, incluso me comentaron que noviembre empiezan con algo de lluvia.
En canta hay restaurantes buenos ricos y baratos un menú económico puede costar bien servido 4 soles pero también hay para los que quieren y pueden gastar mas. Cuenta con buenos servicios y hospedajes económicos desde 10 soles hasta 100 soles. Incluso hay un banco de la nación en la plaza de armas, pero si buscan pagar con tarjetas o cajeros automáticos NO HAY.

Ritual Limpia de acequia en la comunidad de Cullhuay
(Esta reseña se ha sacado de paginas de internet, http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0254-92122004000100007)
La limpia de acequia de la comunidad de Cullhuay se lleva a cabo los días 14 y 15 de junio de cada año. En una asamblea previa a la celebración, la comunidad acuerda los últimos preparativos y elige a una junta ritual, que ejercerá el cargo por 24 horas en reemplazo de las autoridades reales, así como a los personajes rituales: los parianes, el huaquero, la cajera y el cura.
El 14 de junio se hace una faena para reparar y limpiar la acequia principal. Antes de iniciarla, los comuneros se congregan en el sector llamado Huiapa y realizan la armada: chacchan hojas de coca, toman alcohol y fuman cigarrillos negros. Huiapa está dividido en dos subsectores que se alternan anualmente para la siembra de la papa maguay, y en el sector que se va a sembrar se lleva a cabo la armada. Después de que el secretario pasa lista para controlar la asistencia de los comuneros empieza la jornada. Hombres y mujeres cargando sus palas, picos y hoces, desmontan las plantas, retiran las piedras y los palos que han caído al canal y los reparan. El trabajo concluye cuando han limpiado y arreglado la acequia desde Huiapa hasta la bocatoma.




El 15 de junio es el día festivo. Durante esta fecha los comuneros llaman a las cosas por otros nombres o, más específicamente, por sus contrarios o complementarios. Además, el control político de la comunidad recae sobre la junta ritual. Los cargos que la conforman incluyen tanto a los de la junta directiva como a los del sistema de varayoq (presidente, vicepresidente, secretario, tesorero, fiscal, alcalde campo, regidor, teniente, dos alguaciles y apoderado). Entre estas autoridades, el apoderado adquiere gran protagonismo ya que es el encargado de controlar los gastos comunales de la fiesta y es quien tiene un trato más directo con los parianes.



A mediodía, los comuneros e invitados suben por la quebrada de Armas hasta el lugar conocido con el nombre de Pasora, junto a la bocatoma del canal. Aquí, los participantes se separan en tres mesas rituales de acuerdo con el papel asumido: 1) la mesa de la comunidad, compuesta por la junta directiva ritual y los comuneros; 2) la mesa de los parianes, compuesta por la zorra madre y sus hijos; y 3) la mesa del huaquero, conformada por el huaquero y también, si lo desea, por su esposa.
En las mesas de los parianes y de las autoridades se colocan una bandera nacional y una cruz enflorada. La zorra madre y el apoderado son los encargados de llevar las banderas a sus respectivas mesas. La cruz es elaborada en el lugar con las flores que ofrecen los participantes quienes, además, contribuyen con trago, cigarros y coca para la armada. Conforme van llegando a Pasora, anuncian su colaboración y la entregan a la zorra madre o al presidente ritual de la comunidad, dependiendo de su ubicación. La comunidad también contribuye con los gastos rituales.



Reunidos en sus respectivas mesas, el secretario pasa lista mientras los participantes enfloran sus sombreros, chacchan coca, toman trago, fuman cigarrillos, conversan y bromean. En la mesa de la comunidad se ofrecen discursos sobre la costumbre y la situación y desarrollo de la comunidad. Las mesas se vinculan mediante el intercambio de trago, chicha, coca y cigarros. Por su parte, los parianes, y solo ellos, ofrecen paja a los miembros de la mesa de la comunidad con la que adornan sus sombreros enflorados. La cajera, mujer viuda que toca la caja (en la actualidad, una tarola), anima a los grupos cantando y tocando.

Durante la armada, el huaquero se une a la mesa de los parianes. Se dice que los parianes, también llamados zorros (según algunos, son zorras solo las mujeres), son los encargados de pedir el agua a los seres protectores y de llevarla a las chacras de la comunidad. Es interesante escuchar cómo los parianes en sus bromas se jactan de gozar, en ese momento, de mayor poder que las autoridades del ritual. En cuanto a su atuendo, solo se diferencian del resto de comuneros por llevar en la espalda un manto con atados de paja.
El huaquero enflora el huaco que lleva consigo y lo llena de alcohol. Cuentan los participantes, que ha pasado la noche junto con La Vieja ofreciéndole pagos para que brinde abundante agua y cuide de los cultivos (esta referencia es parte del discurso, mas no ocurre en la práctica).5 La Vieja es la protectora y dueña del agua de la comunidad de Cullhuay y se encuentra en la parte alta de la bocatoma, en el sitio denominado Pumaquihuay. De acuerdo con la historia local, había tres hermanas viudas que se distribuyeron por la quebrada de Canta y tomaron forma de piedras: de huacas.
La leyenda dice así, fueron tres hermanas: una viuda, una soltera y otra que se divorciaba con su esposo. La primera se fue a la Viuda: al terminar la laguna quedó convertida en huaca o en piedra; la segunda pasó a Riguacocha, a la laguna; la tercera quedó, que dicen Vieja, a la subida de Pumaquihuay, que su esposo que venía en seguimiento de ella mandó un hondazo del cerro de Patay, mandó un hondazo, donde quedó convertida en piedra. La costumbre, señores, es agasajar a la piedra, a la huaca para que así nos dé la lluvia, tanto de Riguacocha como de Pumaquihuay y seguir esa costumbre para hacer esa acequia, para sembrar papa mahuay, para hacer buena cosecha.


Acá tenemos una señora viuda, se llama La Vieja. Tres viudas eran: la una viuda se vino por acá, la otra viuda se fue a Chuchún, y la otra viuda se fue a Huamantanga. Acá la tenemos a La Vieja, por eso le celebramos acá. La Vieja era agricultora, sembraba la papa, hacía lo que hace la mujer [...] por eso nos enfloramos, tomamos, cantamos, nos emborrachamos. (Testimonio de Eloísa Gutiérrez, parian, 1998)
Son tres viudas. Uno está en la laguna de Chuchún que le decimos La Viuda6. El otro está en Riguacocha y el otro esta aquí en Pumaquihuay, la otra laguna. (Testimonio de Fausta Cajavillca, 2002)
Dentro del ritual, es requisito indispensable que la mujer que toca la caja y canta a las dueñas del agua sea también viuda. Ella nombra en sus canciones a las señoras de Pumaquihuay, Riaguacocha y Chuchún y les pide que brinden agua a la comunidad.
Riguacocha mamita, Riguacocha señora. Señora Riguacocha bota bien tus agüitas, para regar nuestra papita. Wui, wui, wui.
Pumaquihauy mamita, señora del pueblo de Cullhuay, wui, wui.
Cerrito de la Viuda subida y bajada, rodeadito de tus pajonales, rodeadito de tus pajonales. Cuando subo a tu cumbre diviso el paisaje, el paisaje de mi hermosa tierra [...]. (Testimonio de una cajera, 1998)
Los parianes, al entregar la paja a los miembros de la mesa de la comunidad, aluden entre risas a que la paja es de las alturas, «del lado junto a las lagunas».
Una vez realizada la armada y los intercambios entre los parianes y la comunidad, la junta ritual hace su juramento en reemplazo, por un día, de las autoridades de la comunidad, y se da paso al bautizo. Quienes han asistido por primera vez al ritual deben bautizarse ya que, de otro modo, La Vieja los puede atrapar. Para ello, cada neófito escoge a su padrino o madrina, y el cura, en la bocatoma de la acequia, lo bendice en el nombre de Jesús y de La Vieja. Antes de empezar a bajar, cada participante besa la cruz de la comunidad y la de los parianes; tras ello, cada uno deja esta última en Pasora. La otra será llevada al pueblo. Por su parte, un grupo de parianes se dirige a la bocatoma para abrir el canal y bajar por el borde de la acequia llevando el agua a las chacras.
En el punto denominado Pariamachay, los comuneros y el resto de parianes se detienen para bailar huaynos al ritmo de la caja.7 Este sector marca el límite entre Pasora y Huiapa. A partir de ahí, la acequia se divide en dos ramales, uno para regar la parte alta, y otro para la parte baja. Luego de unos minutos, los participantes continúan el camino hacia Huiapa, donde se va a realizar un gran almuerzo.
El almuerzo se efectúa en el lugar en el que se sembrará la papa mahuay en el mes de septiembre, para lo cual utilizarán el agua del canal (el otro sector se encuentra en descanso, ya que la papa mahuay se cosecha en febrero-marzo). En Huiapa la cajera toca y anuncia a viva voz:
Añas para runku runkullawalan. Liklish, pupush imapitah waqanki. Wui, wui, wui.8 Puentecito Jochachaca déjame pasar a Huiapa para cosechar mis papitas, ¡ay, ayay, papa mahuay!. Pumaquihuay mamita, Riguacocha señora, larga, pues, su agüita para regar mi papita. Wui, wui, wui. (Testimonio de una cajera 1998)
Para el almuerzo ritual la comunidad se vuelve a separar en dos grupos: los parianes y la comunidad. Cada familia obsequia un plato de comida a cada miembro de la comunidad, con lo que se produce un gran intercambio de potajes que pueden ser tortillas, cuy asado, tallarines, atún, carne de res, olluco o frutas diversas. Los más adinerados ofrecen vino y otros licores. En el reparto se menciona el nombre y apellido de la familia otorgante. Dada la cantidad de platos, la gente acude con bolsas de plástico para guardar parte de los alimentos recibidos. Durante el almuerzo, los parianes se preparan para robar a los participantes sus platos de comida e incluso ollas enteras: «De acá corremos a robar todo lo que encontramos. Ustedes tienen que ganar para la mesa pues [...] esa es la labor. Ellos los zorros, ellos son zorros, ellos van a ir a quitar las canastas abajo en la mesa» (Testimonio de Eloísa Gutiérrez, 1998). Antes de que los comuneros hayan terminado de almorzar, los parianes se dirigen al puente que une al pueblo de Cullhuay con estas chacras de Huiapa. Antes del puente, y armados con plantas de ortiga, los parianes retienen a los participantes que van llegando. Solo pasan aquellas personas que deben regresar a sus hogares por algún motivo sumamente importante, por lo cual deben dejar su bolsa de comida o alguna otra cosa en prenda.
Puentecito de Cullhuay déjame pasar a mi comunidad para hacer nuestras costumbres. Wui, wui, wui. ¡Viva señores apoderado!
Una vez reunidos, todos los participantes juntos -ya como comunidad- se dirigen al local comunal del pueblo de Cullhuay en donde culmina la fiesta al ritmo de huaynos.

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